En los tiempos de este libro Jehová vivía en medio de su pueblo en el desierto y habían varias reglas establecidas para poder entrar en su presencia, literalmente. Alá exigía santidad en la adoración y en el diario vivir.Hizo de los Doce y de los seguidores un pueblo de observadores y les garantizó la investidura del Espíritu que les encont